Para ello se contó con un equipo de facilitadores que, a través de metodologías participativas, promovieron espacios de análisis y reflexión en torno a temas como medidas de seguridad a favor de las mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia; derechos económicos y empoderamiento de mujeres y masculinidades transformadoras.

Las mesas técnicas se realizaron en el Centro Cultural de España en Ciudad de Guatemala, como parte de las acciones de conmemoración del Mes de las Mujeres y en el marco del cierre de uno de los programas más relevantes de la Cooperación Española, apoyado por la Unión Europea: el programa Prevención de la Violencia y el Delito contra Mujeres, niñez y adolescencia-PREVI.

Este programa apoyó los esfuerzos del país para avanzar en la reducción de la violencia y la impunidad en delitos contra la mujer, niñez y adolescencia, a través de la promoción del acceso a derechos y de una cultura de paz. Para su implementación, el PREVI trabajó en alianza con un total de seis socios implementadores, entre ellos, organizaciones de la sociedad civil, municipalidades e instituciones del sector justicia.

La mesa técnica sobre medidas de seguridad estuvo a cargo de la consultora Maria José Ortiz Samayoa, quien resaltó la activa participación de los/las asistentes y las valiosas historias de vida compartidas, que dan cuenta del impacto del programa en sus procesos personales.

Entre las conclusiones más destacadas de esta mesa de la gestión emocional y el acompañamiento integral a cada mujer sobreviviente que tomó la decisión de alejarse de su agresor e iniciar un camino libre de violencia, reconociendo que cada paso de ese proceso está lleno de retos y desafíos que ameritan ser atendidos desde un enfoque holístico y empático desde las instituciones y las organizaciones que acompañan.

Desde las organizaciones de sociedad civil manifestaron que “no se puede remplazar el papel del estado” pero es muy necesario e importante acompañar y facilitar el proceso, apoyar con información a la sociedad en su conjunto y desde las instituciones, brindar capacitación y sensibilización al funcionariado del MP, PNC, juzgados de paz y el sector salud para una atención integral y digna, protegiendo la seguridad de las mujeres y asesorando en todo el proceso legal para el acceso a la justicia.

En la mesa de derechos económicos, facilitada por Lorena Hernández, los/as participantes expresaron que el escuchar las historias de vida de las mujeres permite comprender mejor lo difícil que es romper con esos círculos de violencia y una de las razones suele ser la dependencia económica hacía su agresor, “porque su esposo no las dejaba trabajar o no tuvieron la oportunidad de asistir a la escuela y optar a un trabajo”.

Por ello, algunas organizaciones del programa PREVI y de las ONG concentraron importantes esfuerzos en promover el emprendimiento y facilitar el acceso a formación laboral, a fin de fomentar la autonomía económica y contribuir a la recuperación de proyectos de vida de las mujeres.

PorUna de las estrategias que las organizaciones participantes destacaron como buenas prácticas fueron, por un lado, la utilización de metodologías de educación popular, con el fin de facilitar caminos para un autodescubrimiento de capacidades, habilidades y destrezas y, por otro lado, la formación de formadoras para promover intercambio de saberes y acompañamiento integral.