El concepto de justicia social engloba, entre otros, la promoción de los derechos fundamentales, el trabajo decente, la protección social y la defensa de la igualdad de oportunidades, condiciones que permiten que las economías y sociedades alcancen un desarrollo económico mayor, más cohesionado y justo. 

La falta de justicia social está íntimamente relacionada con situaciones de conflicto, pobreza y discriminación. Por eso, el Fondo del Agua para el Agua y Saneamiento (FCAS), impulsado por la cooperación española en América Latina y el Caribe, trabaja en armonía con los principios de la Coalición Mundial para la Justicia Social, que comprenden el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

El Fondo del Agua, con la justicia y la equidad
Las señas de identidad del FCAS incluyen las prioridades y ámbitos de acción necesarios para garantizar la justicia social. Así, el Fondo contempla en todos sus programas beneficiar a las personas más vulnerables, trabaja en zonas rurales, promueve la participación de la mujer en la sociedad y en las estructuras relacionadas con el agua y el saneamiento, fomenta el respeto y la participación de los pueblos indígenas y el refuerzo de políticas públicas participativas y transparentes; todo ello, desde una perspectiva de derechos humanos. 

En el ámbito del agua y el saneamiento, una de las máximas es la consecución del ODS6, que significa garantizar el acceso a agua potable, saneamiento digno e higiene para todas las personas. Para conseguirlo, el Fondo del Agua invierte en servicios sostenibles de agua y saneamiento, formación técnica, campañas de concienciación sobre el uso del agua, educación en materia de higiene y protección de los ecosistemas relacionados con el agua. 

Cuando se da prioridad a la justicia social, mejoran las condiciones de vida de las poblaciones y se sientan las bases para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible. 

Fomento de los derechos humanos en comunidades rurales en Ecuador

Precisamente, el pasado 14 de enero tuvo lugar el lanzamiento oficial del Programa de Cooperación para el Fomento de los Derechos Humanos al Agua y al Saneamiento en Comunidades Rurales en Ecuador, una iniciativa para impulsar el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de las poblaciones más vulnerables en las Provincias de Manabí y Esmeraldas, que beneficiará a más de 12 000 personas de manera directa.

El objetivo del programa es propiciar una mejora significativa en los sistemas de agua potable y saneamiento, especialmente, en las zonas más vulnerables y con menor cobertura, permitiendo así disminuir el índice de enfermedades diarreicas y la desnutrición crónica infantil. Igualmente, se apoyará el fortalecimiento de la gestión pública, integral y participativa del recurso hídrico, así como el establecimiento de sistemas sostenibles resilientes a los efectos del cambio climático.

Según los datos de Naciones Unidas, el trabajo realizado en los últimos años por los estados y organismos internacionales ha propiciado una evolución positiva en el acceso de la población mundial a servicios de agua potable segura, pasando del 69 % al 73 %, entre 2015 y 2022; sin embargo, en el mundo todavía quedan más de 2 200 millones de personas sin agua potable segura y 3 500 sin un sistema saneamiento seguro. 

El acceso universal y digno a servicios de agua, saneamiento e higiene, desde una visión de gestión integrada de los recursos hídricos, es primordial para el bienestar humano, supone un derecho fundamental que, además, es palanca para la consecución de otros derechos; contribuye al trabajo digno, al crecimiento económico y a la lucha contra el cambio climático. El Fondo del Agua está alineado con la consecución de estos objetivos y se esfuerza, cada día, por contribuir al bienestar de las personas de los países con los que trabaja.